Ese es precisamente su poder.
Cualquier cosa que toque, oiga, vea o perciba, alimenta y agranda su poder.
La situación actual ya la conocemos: internet nos ha convertido en una comunidad global, donde tenemos a nuestro alcance lo que queramos y cuando queramos. Y no solo eso: podemos compartir lo que queramos y cuando queramos. Y si no lo encontramos, lo creamos. Y lo compartimos.
Estamos desarrollando nuevas capacidades personales casi sin darnos cuenta y ampliarmos y aprendemos a medir nuestra capacidad de reacción ante todo lo que nos rodea. EL conocimiento enciclopédico que adquirimos día a día, nos permite tener nuestro propio matrix personal de intereses. Seguimos definiéndonos. Esto, a su vez, nos hace estar cada vez más en contacto con quienes somos, con nosotros mismos.
Esta es la base de la creatividad.
Vamos adquiriendo cada día más confianza en nuestra visión personal. Cada elección que hacemos entre las cientos de posiblidades de pensamiento; en cada nueva conexión que descubrimos, nos reafirmamos y continuamos y seguimos creando teorías propias. Y las compartimos.
Salimos de nuestra zona de seguridad personal y cada vez nos exponemos más como individuos. Cada vez nos sentimos más cómodos haciéndolo. Esto nos hace más tolerantes: nosotros somos diferentes, todos somos diferentes, ¿y?.
Es verdad que hay millones de grupos de interés en la red. Pero no olvidemos que son personas que han elegido un interés, han tomado la decisión de dedicar su tiempo, su pasión a lo que les parece más oportuno. Lo que sea.
Cada día oímos, vemos, percibimos algo nuevo. Y compartimos más. Cada día alimentamos nuestra propia visión.
La creatividad no es un movimiento solitario. Y su poder, crece cada día. Bienvenido al mundo de la creatividad.